Fabrizio De André (1940-1998) es seguramente uno de los cantautores italianos con mayor y más sólido y constante aliento poético. Como Gino Paoli y Luigi Tenco pertenece a la influyente ‘Escuela Genovesa’, que no fue tal, al menos expresamente, pero cuyos integrantes estuvieron unidos por la amistad y se ayudaron e influyeron mutuamente. Estudiante de Derecho, genera un interés creciente por la música, la poesía y el teatro y escribe sus primeras canciones bajo la influencia de Georges Brassens y también –como éste- de la canción tradicional de juglares y trovadores.
La música hubiera podido ser una anécdota en su vida, en el camino hacia la abogacía, si no hubiera mediado (una vez más, como en el destino de tantos cantautores italianos) la voz extraordinaria de Mina, la gran diva entre quienes los puristas de la música denominaban entonces ‘urlatricce’ (gritadoras). Mina convirtió en un gran éxito ‘La canzone di Marinella’, compuesta por De André, y puso a éste en el mapa de la música popular italiana.
En 1965 Fabrizio publica la primera recopilación de sus canciones en un LP (eran tiempos en que los singles y los EP de vinilo dominaban el mercado y un disco de larga duración significaba un reconocimiento a un valor considerado sólido). Los últimos años 60, con sus convulsiones protagonizadas por los movimientos obrero y estudiantil, encuentran en De André, anarquista, la voz poética idónea para expresar su espíritu, su voluntad de cambio, su visceral rechazo a un mundo autoritario y reaccionario que, todavía traumatizado por las consecuencias atroces de la segunda guerra mundial, se resiste a abandonar el espíritu de los viejos tiempos y a asumir la voz de los más jóvenes, que es la voz de la protesta, en muchos casos con voluntad revolucionaria.
De esos años son los discos ‘Volume I’, ‘Tutti morimmo a stento’ y ‘Volume III’, con canciones que quedan grabadas profundamente en la memoria colectiva de una generación y siguen surgiendo aún hoy en día (De André es uno de los cantautores italianos más versionados), en permanente homenaje. Y es significativo que así sea, pues, a diferencia de tantos otros autores, no se deja seducir por la tentación del éxito rápido, pegadizo y vacío.
Por el contrario, en los años 70, su década más fecunda, profundiza en la vía iconoclasta y desafía al mercado con discos conceptuales, difíciles de asumir para un público adocenado, que, además, está siendo seducido crecientemente por la música anglosajona, que se adueña de los mercados nacionales europeos mientras sus multinacionales cortocircuitan cada vez más la comunicación entre ellos. Seguramente consciente de que ha captado la atención de un público minoritario pero nada desdeñable numéricamente ni en su influencia, plantea discos como ‘
En 1973 publica ‘Storia di un Impiegato’ (‘Historia de un empleado’), al que seguirá ‘Canzoni’, un álbum en el que homenajea a Georges Brassens, Leonard Cohen y Bob Dylan. En 1975, fruto de su colaboración con Francesco de Gregori (del que hablaré en su momento), nace ‘Fabrizio De André Vol.
Fiume Sand Creek
Como digo en ocasiones, estos posts no pretenden ser exhaustivos. Sólo persiguen interesar a quienes mantienen abiertos los oídos y despierta la sensibilidad en la obra de personajes cuya existencia tal vez ignoren o de la que tengan un conocimiento superficial. Dejo aquí, pues, plantada la semilla para quienes quieran y puedan profundizar más en el árbol feraz y frondoso de la obra de Fabrizio de André, el más poeta de los cantautores italianos; un hombre que es ejemplo de honestidad personal, artística e intelectual. Vosotros mismos…
Los videos:
- El que encabeza esta entrega reproduce una de las canciones más valoradas de su autor. En un texto extenso y poético, como tantos de los suyos, De André trata un asunto aparentemente anecdótico y privado, en el que el coprotagonista es una mujer que le llama “querido amigo frágil” y se declara dispuesta a dedicarle “una hora al mes” para ayudarle. Ajuste de cuentas íntimo cuyos planteamientos musicales están, de modo bastante obvio, bajo la influencia de Leonard Cohen.
- El segundo, ‘Fiume Sand Creek’ está inspirado por una masacre sufrida en 1864 por miembros de las naciones indias cheyenne y arapahoe a manos de las milicias de Colorado, en el marco caótico de la guerra civil en Estados Unidos. El número de muertos inocentes y desarmados (en su mayor parte ancianos y menores) difiere según las fuentes, pero se cree que fueron varios centenares.
- El tercero, ‘Don Raffae’, reproduce una canción eminentemente sarcástica, que, a través del relato admirativo y cómplice de un sargento de la cárcel de Poggio Reale, pone de relieve la buena vida y el estatus de respeto que rodea en prisión a un ‘Don’ de la mafia.
Don Raffae
11 comentarios:
UN gran autor, al que acaban de hacerle un bello homenaje en Italia.
Un saludo,
Marta
maravilloso, un gran autor, lo descubrí hace poco y estoy encantado con su música y su poesía.
saludos
Alguien sabe de la historia de la musica Andrea? La misma cantada en español por Al Bano & Romina Power..
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Mina elevas los sentidos a otra dimensión con tu voz , simplemente espectacular
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