Sólo la música que me gusta, me llega, me parece necesaria. Toda esa música que, con frecuencia, los medios se empeñan en impedir que escuchemos, pese a que, con mucha frecuencia, es la más valiosa.

viernes, 28 de marzo de 2008

Dianne Reeves: Lo mejor del pasado hecho presente

Love for sale


Dianne Reeves entró hace ya mucho tiempo en el palmarés de las grandes voces de solistas femeninas de raza negra de Estados Unidos, que son, a su vez, las mejores del mundo, si exceptuamos el área de la denominada música culta (cuyos valedores dan por sentado que las otras no lo son).

Pertenece Dianne Reeves a una estirpe en la que se inscriben voces gigantes, como la de la contralto Marian Anderson (que sí canto música culta, y con gran éxito), la de Mahalia Jackson, que elevó el gospel a la categoría de arte, la de Ella Fitzgerald, genial en sus improvisaciones a la altura del mejor instrumentista y la de Sarah Vaughan, de extensa tesitura y bellísimo timbre.

Afro Blue


Algo tiene Dianne Reeves de todas ellas, o al menos eso me parece a mi. Tal vez es a Vaughan a la que más recuerda por la extensión y la belleza de su voz, pero también nos hace evocar a Ella en su sentido del ritmo y su habilidad para el ‘scat’. De Mahalia y Anderson tiene, cuando es precisa, la emoción y profundidad de una y la nítida justeza en cada nota de la otra.

I got it bad and that ain't good


Cabría decir que Dianne Reeves es la cantante más completa que haya existido nunca en el jazz y el rythm and blues (aquí en discusión con Aretha Franklin) en la medida en que es un compendio de las virtudes de las mayores divas, aunque no supere a ninguna de ellas en las cualidades que les eran más características. Es, en cualquier caso, extraordinaria y eso no hace falta que nadie lo subraye. Basta con escucharla.

In your eyes (Peter Gabriel)


La selección de videos que he hecho pretende precisamente evidenciar la enorme versatilidad que caracteriza a esta cantante. En cierta medida sigue también un orden cronológico ascendente, desde su interpretación del clásico ‘Love for sale’, junto a Dizzie Gillespie, Marcus Miller y David Sanborn, entre otros, hasta la singular y vibrante ‘Do I move you?' con la que cerró su actuación en el “New Morning” de París en 2003 en cordial complicidad con un público entregado.

Las últimas palabras de la letra de esa canción son:

PEACE
LOVE
LIGHT
JOY
STRENGHT
AND NO MORE WAR

Un programa absolutamente suscribible.


Do I move you?

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