Sólo la música que me gusta, me llega, me parece necesaria. Toda esa música que, con frecuencia, los medios se empeñan en impedir que escuchemos, pese a que, con mucha frecuencia, es la más valiosa.

sábado, 20 de septiembre de 2008

Brigitte Fontaine, del subterráneo al disco de oro siempre en vanguardia

Comme à la radio (*)





No resulta fácil escribir sobre Brigitte Fontaine (1940, Morlaix, Francia), no sólo porque la suya es una carrera de más de 40 años regida por una evolución permanente sino también porque estamos ante una especie de artista del Renacimiento de actividad múltiple: cantante, compositora, poeta, novelista, autora teatral, actriz... y personalidad un tanto dadá, en ocasiones daliniana hasta la extravagancia. Todo un personaje único, al que se tiende a situar como referencia de la cultura underground francesa, sin que ello signifique ausencia de éxito, y a la que popularmente se describe como 'una pirada' ('dejantée').

Por razones obvias, sólo voy a referirme a su vertiente musicial. Quien quiera ampliar información sobre sus otras actividades tendrá que acudir a fuentes no españolas. La Wikipedia en francés e inglés puede ser un buen punto de arranque para introducirse en el conocimiento de esta personalidad poliédrica y excéntrica, a la que se puede calificar como la Juliette Gréco de la vanguardia.

Genre humain


Su primera vocación, todavía adolescente, es la de actriz y para realizarla se traslada a París a los 17 años. Su actuación en 'La cantante calva' (premonitoriamente, teatro del absurdo), de Eugène Ionesco, fue muy celebrada en su momento. Su proyección como autora e intérprete de canciones sólo se inicia en 1963 -albores de la era pop que inician los Beatles- con actuaciones en diversas salas parisinas. La calidad de sus letras y su originalidad no pasan desapercibidas y un año más tarde ya aparece como 'telonera' de Georges Brassens y Barbara en el mítico Bobino.

Sin embargo, el éxito de su obra 'Mamá, tengo miedo', que motiva incluso una gira europea, aplaza el lanzamiento de su carrera musical. Como en tantas ocasiones, el fino olfato de Jacques Canetti, a cuyo papel crucial en la canción francesa sigo debiédole un post, ha detectado que un talento muy especial circula por París y en 1965 hace grabar a Brigitte Fontaine un álbum en la discográica que acaba de abrir. La década de los 60 verá aparecer otro album y dos discos 45 con Jacques Higelin, compañero habitual de aventuras teatrales y musicales hasta la fecha. En 1969 Brigitte conoce al músico franco-kabil Areski Belkacem, con el que se casará.

Junto a Belkacem, precisamente al final de una década que acaba de vivir la gran convulsión del 68, monta un espectáculo literario-musical abiertamente innovador, 'Comme à la radio', en el que destaca la aportación del grupo de free jazz 'The Art Ensemble of Chicago', con el trompetista Lester Bowie al frente. Escuchar el tema que daba título al espectáculo equivalía entonces a asomarse a un futuro que hoy ya está aquí. No sólo hay una ruptura evidente con la tradición de la canción francesa o el pop, con los que Fontaine acostumbraba a flirtear desde una deliberada heterodoxia, sino que existe una fusión en varias direcciones que podríamos considerar precursora. Ese mismo año la Academia Charles Cros premia su 45 'Lettre à monsieur le chef de gare de La Tour de Carol'. Es la consagración.

Le nougat



En el panorama discográgico francés ha aparecido en aquella época un interesante 'caballo blanco'. El cantante y compositor Pierre Barouh dedica a la creación de un estudio de grabación y del sello Saravah una parte de los considerables ingresos que, en colaboración con Francis Lai, le ha proporcionado su participación en la música de películas de Claude Lelouch ('Un homme et une femme', 'Vivre pour vivre'...). Fontaine y Belkacem se benefician de la ilusión e indulgencia de Barouh, gran difusor de la música brasileña en Francia, para grabar entre 1969 y 1979 seis álbumes concebidos con total indiferencia y/o desprecio de las listas de éxitos.

Eso no contribuye a que el bueno de Barouh amortice su inversión, pero a cambio genera hermosos e innovadores frutos poético-musicales en los que Brigitte Fontaine aborda un temario extenso, desde la vida a la muerte pasando por la alienación, la injusticia social, el sexismo, la locura y la autocaricatura. Álbumes inclasificables como 'L'incendie' o 'Vous et nous', que pasaron casi desapercibidos en su día, reeditados más de veinte años después se convierten en objetos de culto a través de la admiración que generan en grupos de vanguardia más contemporáneos, como Sonic Youth.

Ah que la vie est belle¡


La década de los 80 significa el silencio discográfico casi total. Brigitte se concentra en el teatro, tanto en su vertiente de escritora como de actriz. El disco 45 'Les filles d'aujourd'hui', aparecido en 1984, es ignorado casi totalmente por la radio. El álbum 'French corazón', auténtico punto de inflexión en su carrera, ve la luz en Japón en 1988, cuatro años después de haber sido compuesto, y sólo entonces se distribuye en Francia.

La difusión del singular video de 'Le nougat' genera un nuevo interés por la artista, a partir de ahí más familiar y próxima a las generaciones jóvenes, y en 1993 regresa a los escenarios musicales franceses con un concierto 'reinaugural' en el Bataclan parisino. La nueva Fontaine se familiariza y reconcilia con los sonidos eléctricos y electrónicos y su álbum 'Genre humain' (1995) es ya un incuestionable éxito de crítica y de público. Y sólo es el comienzo. Sus álbumes 'Kekéland' (2001) y 'Rue Saint-Louis en l'île' (2004) son discos de oro.

D'ailleurs


Curiosa situación para una sexagenaria que se ha pasado la vida rompiendo moldes en el subterráneo. Cuatro décadas después del inicio, finalmente le alcanza la vanguardia musical francesa y la sube a los altares de la modernidad. Son jóvenes músicos los que producen ahora sus canciones o colaboran en sus discos. Como consecuencia, su público aumenta notablemente y una de sus canciones más “ligeras”, la iconoclasta 'Pipeau', alcanza casi el carácter de himno generacional.

Consecuentemente con su trayectoria y su significación intelectual, Brigitte Fontaine asiste -con no poco regocijo- al hecho de que se ha convertido en una figura mediática detonante y controvertida, cuyas apariciones en la televisión no dejan indiferente a nadie. Su imagen personalísima es el menor de los atractivos. Su ironía demoledora de humanista libertaria y su inconformismo militante le han ganado el calificativo distanciador de 'pirada', pero ella sabe muy bien dónde está y en qué cree. Si ya en 1971 firmó el manifiesto de 'Las 343' en favor del aborto, en los años más recientes se ha pronunciado sin ambages contra la guerra de Irak, la persecución de los 'sin papeles' o las cárceles.

La Metro



Siempre en vanguardia. Desde las catacumbas del 'underground' hasta los discos de oro y la atención mediática preferente.

(*) Traducción de 'Comme à la radio':

Esto será completamente como en la radio/ No será nada, nada más que la música/ Esto no será nada, nada más que palabras, palabras,/ palabras como en la radio.
Esto no molestará./ Esto no impedirá jugar a las cartas/ Esto no impedirá dormirse en la autopista./ Esto no impedirá hablar de dinero./ Esto será completamente como en la radio.
Esto no será nada, apenas para hacer un ruido./ El silencio es atroz./ Algo es atroz también/ entre los dos, está la radio.
Apenas un poco de ruido, para llenar el silencio./ Apenas un pocdo de ruido y nada más./ Apenas un poco de ruido, no tengáis miedo, esto será completamente como en la radio.

(Sólo declamado)
En este minuto millares de gatos serán aplastados en las carreteras.
En este minuto, un médico alcohólico jurará sobre el cuerpo de una chica joven y dirá "ella no me va a romper entre los dedos, la perra".
En este minuto, cinco viejas en un jardín público abordarán la cuestión de saber si es menos veinte o menos cinco.
En este minuto millares y millares de personas pensarán que la vida es horrible y llorarán.
En este minuto, dos policías entrarán en una ambulancia y lanzarán al río a un joven herido en la cabeza.
En este minuto una vieja dama borracha gemirá sola, en el último piso, bajo la cama y no podrá moverse.
En este momento un español estará muy contento por haber encontrado un trabajo.

Hace frío en el mundo,/ hace frío,/ hace frío, hace frío,/ hace frío, eso empieza a saberse.

Eso empieza a saberse. Y hay incendios que se inician en ciertos lugares, porque hace demasiado frío.
Traductores, traducid.
Se sabe lo que es, que es la radio, la radio.
Ahí no puede pasar nada. Nada puede tener importancia.
Esto no es nada, esto no era nada. Sólo para hacer ruido. Sólo la música. Sólo palabras, palabras, palabras, palabras....
Tan solo un poco de ruido. Como en la radio.