Sólo la música que me gusta, me llega, me parece necesaria. Toda esa música que, con frecuencia, los medios se empeñan en impedir que escuchemos, pese a que, con mucha frecuencia, es la más valiosa.

domingo, 29 de octubre de 2006

25 años sin Brassens





Hoy hace 25 años que murió Georges Brassens, según me entero por ‘Le Monde’. ¡Como pasa el tiempo! No recuerdo si entonces escribí algo porque en el año 81 andaba muy ocupado mañana tarde y noche. Tampoco tengo ahora tiempo de extenderme ni de buscar lo que escribí (si lo hice) y autoplagiarme, o por lo menos intertextualizarme moderadamente, que es lo que ahora mola más.

Brassens fue una de las tres deidades principales (con Jacques Brel y Leo Ferré) de la canción de autor en francés en tiempos en los que en Francia la canción de autor era casi toda la canción. Sus 25 años criando malvas no le han relegado al olvido. Los homenajes a su persona, incluso por parte de la nueva generación de cantantes y grupos franceses son frecuentes y las reediciones de sus grabaciones y actuaciones filmadas encuentran un mercado bien dispuesto.

Brassens fue un iconoclasta anarquizante y desenfadado que tenía la virtud de acelerar la producción de ácidos gástricos entre la burguesía gala. Sus canciones siguen vivas precisamente por el ingenio y la virulencia que caracterizaba a muchas de ellas.

Esto es un breve homenaje y esta, la traducción de una de sus canciones más célebres, “El gorila”, que interpreta en el video:

A través de grandes rejas/ las féminas del barrio/ contemplaban a un poderoso gorila/ sin pensar en el qué dirán./ Con impudor las comadres/ escrutaban un lugar preciso/ que rigurosamente mi madre/ me ha prohibido citar aquí. ¡Ojo al gorila!

De pronto la prisión bien cerrada/ donde vivía el bello animal/ se abre a saber por qué. Yo supongo/ que debieron cerrarla mal./ Saliendo de su jaula el mono/ dice “es hoy cuando la pierdo”/ Hablaba de su viginidad./ ¡Espero que lo habías adivinado!./ ¡Ojo al gorila!

El jefe del zoológico/ gritaba agitado ¡“Mecagüental!/ Es terrible porque el gorila/ nunca ha conocido hembra"./ Cuando la femenina multitud/ supo que el gorila era virgen/ en lugar de aprovechar la suerte/ salió disparada como un tiro./ ¡Ojo al gorila!

Aquellas que allí mismo antes/ le devoraban con ojo decidido/ huyeron probando que no tenían/ coherencia con sus ideas/ Su temor era tan vano/ porque el gorila es un cachondo/ superior al hombre en la erección./ Muchas mujeres os lo dirán./ ¡Ojo al gorila!

Todo el mundo se precipita/ fuera del alcance del mono en celo/ salvo una vieja decrépita/ y un joven juez de madera seca./ Viendo que todas salen espantadas el cuadrúmano aceleró/ su balanceo hacia las ropas/ de la vieja y el magistrado./ ¡Ojo al gorila!

”¡Bah!, suspiraba la centenaria/ que todavía se me pueda desear/ sería extraordinario/ y para decirlo todo inesperado”./ El juez pensaba impasible/ “que se me tome por una mona/ es compelatamente imposible.”/ Los hechos probaron que no./ ¡Ojo al gorila!

Suponed que uno de vosotros pueda estar,/ como el mono, obligado a/ violar a un juez a un ancestro./ ¿cuál elegiría de los dos?/ Si semejante alternativa/ me urge uno de estos cuatro días/ es, estoy convencido, la vieja/ quien sería objeto de mi elección./ ¡Ojo al gorila!

Pero por desgracia si el gorila/ en los juegos de amor vale su precio/ se sabe que en cambio no brilla/ ni por el gusto ni por el espíritu./ Entonces, en lugar de optar por la vieja/ como hubiera hecho otro cualquiera/ cogió al juez de la oreja/ y le arrastró a un seto./ ¡Ojo al gorila!

La continuación sería deliciosa./ Desgraciadamente no puedo/ contarla y es lamentable,/ nos hubiera hecho reir un poco/ porque el juez, en el momento supremo,/ gritaba ¡mamá!, lloraba mucho/ como el hombre que ese mismo día/ él había hecho cortar el cuello./ ¡Ojo al gorila!

viernes, 27 de octubre de 2006

¡Traedlos a casa! (40 años después)



Algunos pueden considerarlas (mis canciones) meramente melodías divertidas. Otros pueden considerarlas incitaciones a una revolución roja. ¿Y quién puede decir si algunos de ellos o todos están equivocados? Yo no.
Pete Seeger en Rolling Stone (Abril 1972)

Me ha dado por bucear en Youtube.com, especialmente en relación con la anterior entrega de ‘La Espiral’ sobre Pete Seeger y Bruce Springsteen, y he hecho algunos hallazgos curiosos, de los cuales aquí sólo aporto uno (juro no hacerme adicto).

La versión para Estados Unidos del disco ‘We shall overcome’ contiene una pista curiosamente ausente en la versión global. Ignoro qué consideraciones han llevado a Springsteen y/o a su casa de discos a no incluir ‘Bring `em home’ (y otras dos canciones) en la edición extra-americana. Ese ‘traedlos a casa’ es especialmente significativo en las circunstancias que se están desarrollando en Irak y todos estamos afectados, americanos o no.

Pete Seeger compuso la canción en 1965 en relación con la guerra de Vietnam y el vídeo corresponde a una actuación televisiva en 1969. Su letra es netamente pacifista y antimilitarista. La que ha escrito Springsteen, so pretexto de actualizarla, no alude a los militares ni al armamento. La crítica que hace va dirigida exclusivamente a los políticos.

Esta es la letra de la versión de Seeger:

If you love your Uncle Sam,
Bring them home, bring them home.
Support our boys in Vietnam,
Bring them home, bring them home.

It'll make our generals sad, I know,
Bring them home, bring them home.
They want to tangle with the foe,
Bring them home, bring them home.

They want to test their weaponry,
Bring them home, bring them home.
But here is their big fallacy,
Bring them home, bring them home.

I may be right, I may be wrong,
Bring them home, bring them home.
But I got a right to sing this song,
Bring them home, bring them home.

There's one thing I must confess,
Bring them home, bring them home.
I'm not really a pacifist,
Bring them home, bring them home.

If an army invaded this land of mine,
Bring them home, bring them home.
You'd find me out on the firing line,
Bring them home, bring them home.

Even if they brought their planes to bomb,
Bring them home, bring them home.
Even if they brought helicopters and napalm,
Bring them home, bring them home.

Show those generals their fallacy:
Bring them home, bring them home.
They don't have the right weaponry,
Bring them home, bring them home.

For defense you need common sense,
Bring them home, bring them home.
They don't have the right armaments,
Bring them home, bring them home.

The world needs teachers, books and schools,
Bring them home, bring them home.
And learning a few universal rules,
Bring them home, bring them home.

So if you love your Uncle Sam,
Bring them home, bring them home.
Support our boys in Vietnam,
Bring them home, bring them home.





Y aquí está la version de Bruce Springsteen, que de entrada convierte el amor “al Tío Sam” en el amor “a esta tierra de libres”:
If you love this land of the free
Bring 'em home, bring 'em home
Bring 'em back from overseas
Bring 'em home, bring 'em home

It will make the politicians sad I know
Bring 'em home, bring 'em home
They wanna tangle with their foe
Bring 'em home, bring 'em home

They want to test their grand theories
Bring 'em home, bring 'em home
With the blood of you and me
Bring 'em home, bring 'em home

Now, we'll give no more brave young lives
Bring 'em home, bring 'em home
For the gleam in someone's eyes
Bring 'em home, bring 'em home

The men will cheer and the boys will shout
Bring 'em home, bring 'em home
Yeah, and we will all turn out
Bring 'em home, bring 'em home

The church bells will ring with joy
Bring 'em home, bring 'em home
To welcome our darling girls and boys
Bring 'em home, bring 'em home

We will lift our voice in song
Bring 'em home, bring 'em home
Yeah, when Johnny comes marchin' home
Bring 'em home Bring 'em home

Bring 'em back from overseas
If you love this land of the free
Bring 'em back from overseas
Bring 'em home
Bring 'em home

Más allá de consideraciones sobre la ‘prudencia’ que Springsteen muestra en estos tiempos de patrioterismo exacerbado en su país, está el hecho de que, 40 años después, el eslogan que Seeger difundió no sólo suena en la voz de Springsteen, sino que el grito “¡Traedlos a casa!” crece en un país al que la avaricia y el militarismo han vuelto a llevar a una aventura indecente. Incluso existe un movimiento denominado “Bring them home now”.
La huella de Pete Seeger es indeleble.

jueves, 26 de octubre de 2006

Bruce se fue, Pete se queda




He de admitir que no se me puede contar entre los innumerables devotos del 'boss' Bruce Springsteen, pero tampoco estoy entre sus detractores, que parecen constituir la alternativa inevitable al culto que se rinde a este hombre. Dicho esto, confieso mi debilidad por 'The River', uno de los discos más 'redondos' de la historia reciente de la música popular, y por 'Nebraska', un desafío minimalista felizmente superado por alguien que va más allá de las leyes del mercado y -pese a ello- triunfa con frecuencia.

Desde hace unos meses tengo algo más a favor del autor de 'Born to run': su oportuno homenaje discográfico a Pete Seeger, un imprescindible y casi olvidado monumento de la cultura estadounidense. El disco 'We shall overcome' recoge no sólo un puñado de conmovedoras canciones nacidas de lo más profundo de las múltiples raíces de la cultura popular de Estados Unidos, sino que conforma un tributo obligado a quien es en gran medida el padre de la 'folk song'.

Pete Seeger no sólo compuso canciones, sino que las recopiló, arregló, reformó o adaptó, cambiando incluso la letra en algunos casos, para aplicarla a la realidad social de cada momento. Su extraordinaria labor está en gran medida registrada en el catálogo de Folkways Records (hoy Smithsonian Folkways Recordings, tras su cesión testamentaria al célebre Instituto por parte de Moe Asch).

Pero en Seeger, junto a su trabajo como folklorista más o menos académico (más bien menos), está su firme compromiso con los derechos civiles en tiempos difíciles, hasta el punto de sufrir las consecuencias de la paranoica 'caza de brujas' maccarthysta. Springsteen es mucho más ambiguo y convencional que Seeger en sus posicionamientos, aunque hay que reconocerle el mérito de recuperar unas canciones que tienen mucho más que ver con el presente de lo que se pretende.

La canción que aquí canta Springsteen con la 'Seeger Sessions Band' y que generalmente utiliza para finalizar de modo vibrante y marchoso los conciertos de su gira, no es una composición original de Seeger. Fue recopilada inicialmente por Lydia Parrish, esposa de un famoso pintor e ilustrador de principios del siglo XX (Maxwell Parrish) e incluída en su libro "Slave Songs of the Georgia Sea Islands". La primera versión grabada (o al menos la más popular entre ellas) fue firmada por 'The Kingston Trio'.

'Pay me my money down' no es, obviamente, una canción de esclavos pues ninguno se atrevería a exigir a su patrón que le pague su dinero o irá a la cárcel, pero sí revela el maltrato que sufrían los negros aún después de ser liberados. Las letras varían según las versiones y la que aquí reproduzco no coincide exactamente con la que canta él boss´, aunque el espíritu es el mismo.

I thought I heard the Captain say,
Pay me my money down,
Tomorrow is our sailing day,
Pay me my money down

(Estribillo) Oh pay me, oh pay me,
Pay me my money down,
Pay me or go to jail,
Pay me my money down

As soon as the boat was clear of the bar,
Pay me my money down,
The captain knocked me down with a spar,
Pay me my money down

(Estribillo)

I wish I was Mr Steven's son,
Pay me my money down,
Sit in the shade and watch the work done,
Pay me my money down

(Estribillo)

I wish I was Mr Howard's son,
Pay me my money down,
Sit in the shade and drink good rum,
Pay me my money down

(Estribillo ad lib. y final).

miércoles, 25 de octubre de 2006

Fraternidad ibérica


Este video, obtenido en esa inagotable caja de sorpresas que es Youtube.com, recoge la excepcional ocasión que se produjo a finales del pasado mes de julio en la espaciosa biblioteca de José Saramago en la isla de Lanzarote, registrada por Fernando Berlín (Radiocable.com). Ni el sonido ni la imagen son los ideales, pero emoción y perfección tampoco son necesariamente aliadas.

‘Grandola, vila morena” (bajarse versión original en mp3) (*), la canción que interpretan y que es de algún modo el himno nacional extraoficial de Portugal, fue compuesta por el nunca olvidado José (Zeca) Afonso en homenaje a la Sociedad Musical Fraternidad Obrera Grandolense tras una actuación que hizo en esta villa del Alentejo en 1964. El 25 de abril de 1974, a las 00,25, sus sones, transmitidos por Radio Renascença, fueron la clave que puso en movimiento el golpe militar que marcó el fin a la dictadura en su país.

La mágica coincidencia que describen las imágenes se produjo con motivo de un concierto de presentación del disco 'Duos' del cantautor extremeño Luis Pastor. Entre los que participaron en la reunión se encuentran también Joao Afonso, sobrino del autor de la canción, Pasión Vega y la bailaora y coreógrafa María Pagés. Saramago y su esposa, la española Pilar del Río, fueron los complacidos anfitriones y corifeos.

En este otro video, José Saramago recita su poema ‘Ergo uma rosa’, Pasión Vega y Luis Pastor lo cantan y María Pagés lo baila.


Recientemente, tras la encuesta del semanario luso Sol, según la cual más del 27% de los portugueses y más del 47% de los españoles se declaraban favorables a la unión de ambos países, el tema recurrente de una posible Federación Ibérica ha vuelto a la actualidad.

El propio Saramago, que dice que el mapa de España tiene una forma “un poco extraña” si no se muestra a Portugal, no duda en declararse a favor. “Seríamos aquello que probablemente deberíamos haber sido siempre: Iberia”, asegura el Nobel portugués.

Ignoro si sería útil, conveniente o rentable para ambos países, pero sí sería hermoso e históricamente lógico, pues nunca hemos dejado de ser hermanos. Más separados por las vicisitudes de la historia -que también ocasionalmente nos unieron- que por supuestas incompatibilidades de la lengua y el sentimiento.

(*) Letra en castellano de Grándola, vila morena: Grándola, villa morena/ tierra de la fraternidad,/ el pueblo es quien más ordena/ dentro de ti, oh ciudad. Dentro de ti, oh ciudad,/ el pueblo es quien más ordena,/ tierra de la fraternidad,/Grándola, villa morena./ En cada esquina un amigo,/ en cada rostro igualdad,/ Grándola, villa morena/ tierra de la fraternidad./ Tierra de la fraternidad/ Grándola villa morena/ en cada rostro igualdad/ el pueblo es quien más ordena./ A la sombra de una encina/ que ya no sabía su edad/ juré tener por compañera/ Grándola, tu voluntad./ Grándola, tu voluntad/ juré tener por compañera,/ a la sombra de una encina/ que ya no sabía su edad.