Sólo la música que me gusta, me llega, me parece necesaria. Toda esa música que, con frecuencia, los medios se empeñan en impedir que escuchemos, pese a que, con mucha frecuencia, es la más valiosa.

viernes, 28 de diciembre de 2007

Serge Reggiani, inolvidable



Serge Reggiani (1922-2004) es mejor conocido fuera de Francia por su faceta de actor con un extensa filmografía y numerosas obras de teatro a sus espaldas que por la de cantante. Ello no impide que en su país de adopción (nació en Italia) esté considerado por varias generaciones como uno de los representantes ‘mayores’ de la chanson. Admiración y cariño acompañaron siempre a esta figura tierna y familiar. Y mucho más cuando el suicidio de su hijo Stéphan, cantante como él, a los 35 años le sumió en la depresión y el alcohol, separándole casi de toda actividad.

Hijo de italianos antifascistas que se exiliaron en Francia ante el avance imparable de Mussolini y sus camisas negras, pese a su timidez innata destacó desde la adolescencia por su talento como actor. En la canción, sin embargo, habrá de sobrepasar la cuarentena para grabar su primer disco, bajo el impulso de aquél buscador y descubridor de talentos que fue Jacques Canetti (al que debo al menos un post) y que le oyó cantar en casa de Yves Montand y Simone Signoret, de los que ambos eran amigos.

Las canciones de aquel raro genio llamado Boris Vian que integraron su primera entrega discográfica se convirtieron oro en la voz de Reggiani. Era el año 1965 y los temas del disco, de espíritu sarcástico e irreverente, encontraron en la juventud que unos años después se echaría a la calle para exigir libertad el caldo de cultivo adecuado. Entre aquellas canciones se encontraba ‘La java des bombes atomiques’, que se reproduce al pie.

‘Sarah’ es una canción compuesta por Georges Moustaki, a quien las interpretaciones de Reggiani y su éxito volvieron a situar en el mapa de la música francesa tras el éxito alcanzado en su colaboración con Edith Piaf, para la que escribió ‘Milord’. Tanto que él mismo grabaría sus canciones y obtendría una gran éxito con ‘Le Méteque’.

Reggiani introducía siempre la canción declamando un fragmento del poema de Charles BaudelaireJe n'ai pas pour maîtresse une lionne illustre’ (‘No tengo por amante a una leona ilustre’).

Intro:

Si vous la rencontrez, bizarrement parée,
Se faufilant, au coin d'une rue égarée,
Et la tête et l'oeil bas comme un pigeon blessé,
Traînant dans les ruisseaux un talon déchaussé,
Messieurs, ne crachez pas de jurons ni d'ordure
Au visage fardé de cette pauvre impure
Que déesse Famine a par un soir d'hiver,
Contrainte à relever ses jupons en plein air.
Cette bohème-là, c'est mon tout, ma richesse,
Ma perle, mon bijou, ma reine, ma duchesse...

Canción:
La femme qui est dans mon lit
N'a plus 20 ans depuis longtemps
Les yeux cernés
Par les années
Par les amours
Au jour le jour
La bouche usée
Par les baisers
Trop souvent, mais
Trop mal donnés
Le teint blafard
Malgré le fard
Plus pâle qu'une
Tâche de lune.

La femme qui est dans mon lit
N'a plus 20 ans depuis longtemps
Les seins si lourds
De trop d'amour
Ne portent pas
Le nom d'appas
Le corps lassé
Trop caressé
Trop souvent, mais
Trop mal aimé
Le dos vouté
Semble porter
Des souvenirs
Qu'elle a dû fuir.

La femme qui est dans mon lit
N'a plus 20 ans depuis longtemps
Ne riez pas
N'y touchez pas
Gardez vos larmes
Et vos sarcasmes
Lorsque la nuit
Nous réunit
Son corps, ses mains
S'offrent aux miens
Et c'est son cœur
Couvert de pleurs
Et de blessures
Qui me rassure

Traducción:
Si la encuentran extrañamente ataviada/ deslizándose en la esquina de una calle descarriada/ y la cabeza y la mirada baja como una paloma herida/ arrastrando en los arroyos un talón descalzo/ Señores, no escupan blasfemias ni groserías/ al rostro maquillado de esa pobre impura/ que la diosa Hambruna ha forzado/ por una noche de invierno a levantar sus enaguas al aire./ Esa bohemia es mi todo, mi riqueza/ mi perla, mi joya, mi reina, mi duquesa…
La mujer que está en mi lecho/ ya no tiene 20 años desde hace mucho tiempo/ los ojos cercados/ por los años/ por los amores/ día tras día/ la boca desgastada/ por los besos/ demasiado frecuentemente, pero/ demasiado mal dados/ la tez cenicienta/ a pesar del maquillaje/ más pálida que una/ mancha de la luna.
La mujer que está en mi lecho/ ya no tiene 20 años desde hace mucho tiempo/ los senos tan pesados/ de demasiado amor/ ya no llevan/ el nombre de encantos/ el cuerpo fatigado/ demasiado acariciado/ demasiado frecuentemente, pero/ demasiado mal amado/ la espalda curvada/ parece llevar/ los recuerdos/ de los que ha debido escapar.
La mujer que está en mi lecho/ ya no tiene 20 años desde hace mucho tiempo/ no os riais/ ni la toquéis/ guardad vuestras lágrimas/ y vuestros sarcasmos/ Cuando la noche nos reúne/ su cuerpo, sus manos/ se ofrecen a las mías/ y es su corazón/ cubierto de llantos/ y de heridas/ el que me conforta.




miércoles, 26 de diciembre de 2007

Goodbye, Oscar Peterson



Oscar Peterson murió el pasado domingo en Toronto (Canada) a los 82 años como consecuencia de un fallo renal. Con él desaparece una figura mayor del jazz, calificado por la crítica como 'gigante' y 'leyenda'. Devoto juvenil de Art Tatum, pertenece a una escuela tradicional ajena a experimentalismos o aventuras y en esa línea, entre el swing y el bop, alcanza la cumbre pianística, la jerarquía máxima en una sucesión jerárquica de grandes figuras.

El viriutosismo, la capacidad inagotable de improvisación, el conocimiento profundo de los secretos del instrumento y de la armonía, así como una extraordinaria e inimitable elegancia en la ejecución son las cosas que han hecho inconfundible un estilo interpretativo extensamente imitado por otros virtuosos de generaciones más jóvenes, como Herbie Hancock o Chick Corea, para los que fue el maestro iniciático.

Peterson tocó con los más grandes y brilló siempre a la máxima altura, como secundario cuando lo fue o como estrella principal, sin que el hecho de ser canadiense dificultase o impidiera el general reconocimiento que obtuvo desde el principio de su carrera, poco después de la segunda guerra mundial. Tenía preferencia por los combos reducidos, tríos y cuartetos fundamentalmente. El Oscar Peterson Trio, con sus diversos integrantes históricos, redefinió en cierta medida una fórmula que se creía ya agotada.

Deliberadamente he elegido para esta breve nota necrológica dos vídeos que son pequeñas rarezas en la trayectoria de Oscar Peterson. En el primero interpreta 'Goodbye', de Benny Goodman, durante una actuación en Holanda a principios de los 60. Considerémoslo como su adiós, una despedida reveladora de su estilo extraordinario. En el segundo acompaña a Nat king Cole, que fue -aunque a muchos les sorprenda- uno de sus maestros.

Nat King Cole era una brillante pianista de jazz hasta que descubrió el éxito de su aterciopelada voz. Así dejó de ser un promesa creciente del piano para convertirse en un 'crooner' al que sólo el color de su piel impidió desbancar a figuras como Crosby o Sinatra. Oscar Peterson aprendió muchas cosas de Cole y en 1998, con su mano izquierda ya mermada de facultades a causa de un accidente cerebrovascular, decidió rendirle un homenaje interpretando -cantadas- algunas de sus canciones con sorprendente acierto. El disco se titula 'With respect to Nat', lo que significa no sólo " con respeto a" sino también "con respecto a".

El pianista ponía de relieve de ese modo, quizás involuntariamente, que la memoria de los grandes no muere nunca. Ese será también, indudablemente, su destino.

sábado, 15 de diciembre de 2007

Esbjörn Svensson Trio, abriendo caminos




La primera vez que escuché al Esbjörn Svensson Trio tuve una una agradabilísima y deslumbradora sensación de descubrimiento. Aquello era radicalmente diferente, nuevo en el inmenso territorio del jazz. Las subsiguientes escuchas me han confirmado que no se trataba de algo casual; que el EST ha traido una brisa fresca de aire renovador y ha abierto nuevos caminos a un género que daba signos de estancamiento, como si el jazz, siempre explorador e innovador, hubiera tocado la dura pared a partir de la cual todo paso adelante conduce a perder el contacto y la apreciación del público.

El secreto, como siempre, es la libertad creativa. que -por excelencia- constituye la esencia de la creatividad. El talento musical extraordinario del pianista y compositor Esbjörn Svensson bebe sin prejuicios en las fuentes fecundas de toda la música que se ha escrito a lo largo de la historia para crear unas líneas que tan pronto tienen resonancias de la música clásica como del jazz clásico, sin desdeñar las referencias pop, el minimalismo o la world music.

Singularmente, sus interpretaciones no esclavizan a los otros dos integrantes del trío a un papel servil al piano. Dan Barglund, contrabajista, es un gigante del instrumento y Magnus Óstrom no le va a la zaga en la batería. EST es, en el sentido estricto de la palabra, un grupo, una engrasada y sensible máquina de hacer música en la que cada elemento resulta imprescindible para alcanzar el resultado deseado. A ellos hay que sumar, last but not least, al ingeniero de sonido Ake Linton, presente en casi todas sus grabaciones y habitual en sus jiras de los últimos tiempos. Él es quien, puntualmente, introduce los efectos que consiguen que EST supere las limitaciones típicas de un trío.

El tema que aquí interpretan, 'Behind the Yashmak (*)' ('Tras el velo'), interpretado en el festival de jazz de Juan les Pins (Francia), es un buen ejemplo de lo que EST es y, para quien no conozca al grupo, espero que sea también una invitación a descubrirlo.

Y no digo más. Casi todo lo que pudiera añadir podéis encontrarlo aquí. Mi agradecimiento y felicitación personal al anónimo auntor de esa entrada de Wikipedia. Creo que es la primera vez que encuentro en ese valiosísimo recurso de la red que la referencia más extensa y útil a un tema internacional está escrita precisamente en castellano. Una excepción a celebrar.

(*) Velo que cubre el rostro de muchas mujeres musulmanas.

sábado, 8 de diciembre de 2007

Idir, la voz de la nación Amazigh



Idir, (en lengua bereber "Vivirá") se llama en realidad Hamid Cheriet y es, desde mediados los años 70, la voz de una lengua y una cultura minoritaria y perseguida tanto en Argelia como en Marruecos, países donde residen gran parte de los integrantes de una etnia -de hecho una nación- que se denomina a sí misma Amazigh.

Nacido en la Alta Kabilia argelina, hijo de campesinos, y educado por los jesuitas en Argel, estudió Geología de cara a hacer su carrera en la industria petrolera nacional. Nada le dirigía, en principio, hacia la música, pero en 1973, de modo improvisado, sustituye a la cantante Nouara en una actuación en Radio Argel. Con sólo su guitarra interpreta una especie de nana basada en el cuento tradicional "El roble del ogro" (una especie de Caperucita Roja) y alcanza un éxito extraordinario, que le llevará al estudio de grabación.

Su 'A vava Inouba' es el primer gran éxito que alcanza en Francia la canción argelina, antes de que surja la reivindicación de Cheikha Rimitti como figura mítica del 'rai' o triunfen figuras como Khaled o Mami. La canción recrea el ambiente familiar rural de los Kabiles en un duro día de invierno.

Discografía

Traducción (realizada a partir de la traducción al francés)

Te lo ruego, padre Inouba, ábreme la puerta./ Oh hija Ghriba, tintinea tus brazaletes./ Temo al ogro del bosque, padre Inouba./ Oh hija Ghriba, yo también le temo.

El viejo envuelto en su albornoz/ Aparte se calienta./ El hijo preocupado de ganar el pan/ Pasa revista a los días del mañana./ La nuera detrás de su telar/ remonta sin cesar los tensores./ Los niños alrededor de la vieja/ se instruyen sobre las cosas de antaño.

Te lo ruego, padre Inouba, ábreme la puerta./ Oh hija Ghriba, tintinea tus brazaletes./ Temo al ogro del bosque, padre Inouba./ Oh hija Ghriba, yo también le temo.

La nieve se amontona contra la puerta./ El 'ihlulen' (1) hierve en la marmita./ La 'tajmaât' (2) sueña ya con la primavera./ La luna y las estrellas siguen clausuradas./ El tarugo de roble remplaza a las celosías./ La familia reunida/ presta oidos al cuento.

Te lo ruego, padre Inouba, ábreme la puerta./ Oh hija Ghriba, tintinea tus brazaletes./ Temo al ogro del bosque, padre Inouba./ Oh hija Ghriba, yo también le temo.

(1) Preparación a base de higos pasos.
(2) Concejo, asamblea de la comunidad
.

lunes, 3 de diciembre de 2007

Andrea Parodi, sin reposo hasta el fin



Tenía 51 años y padecía un cáncer incurable de estómago desde hacía tres. Falleció el 17 de octubre de 2006, sin llegar a pasar un mes de su emocionante concierto en el anfiteatro romano de Cagliari (22 de septiembre de 2006). Tras conocer el éxito comercial con el grupo Tazenda, Andrea Parodi se había convertido en la voz por excelencia de Cerdeña, la tierra natal de su madre, y había recuperado su propia expresión emocional, lejos de las actuaciones televisivas con playback y las giras y comparecencias promocionales, que se la habían hecho insoportables.

Su singularísima voz no me era desconocida, pero debo admitir que no sabía gran cosa de él. Anoche, en mi pub habitual, tuve la excepcional oportunidad de ver y escuchar el concierto que concluye con el tema que pueden escuchar en este vídeo ('No potho reposare'). Debo admitir que me conmovió muy profundamente la persona y la música de este hombre que, consciente o no de ello, cantaba por última vez en público y, en el umbral de la muerte, daba 'Gracias a la vida' en castellano (la canción de Violeta Parra). Demacrado, esquelético y con una bolsa que contenía un dosificador de morfina colgada al cuello, abordaba la muerte desde el amor y el agradecimiento.

La suya fue, hasta el último momento, una vocación entusiasta de entregarse a través de lo que mejor sabía hacer. En una entrevista, confesaba que se había sentido aliviado cuando le dijeron que su cáncer no era operable porque temía perder el diafragma y no poder cantar. Su amor a la música y al público, junto a una fe religiosa que se expresaba también mediante el canto sacro (en el concierto interpreta 'Stabat Mater' junto a Elena Ledda), fueron sin duda el motor de su vida y la razón de su sonrisa, llena de dientes y de bondad.

Es una bellísima canción de amor la que cierra el concierto del adiós en Cagliari. Un tema en la lengua sarda, de su Cerdeña maternal, que dedicó a su joven compañera y coproductora de su último disco, Valentina Casaleda. Apenas unos días después de su muerte, quien fue 'su vida' (según su propia expresión) daba a luz una hija engendrada por él. La vida sigue. Siempre. Y la esperanza es un capital interminable.

Non potho reposare amore e coro,
pensende a tie so d'onzi momentu.
No istes in tristura prenda 'e oro,
ne' in dispiaghere o pensamentu.
T'assicuro che a tie solu bramo,
ca t'amo forte t'amo, e t'amo e t'amo.

Si m'esseret possibile d'anghelu
s'ispiritu invisibile piccabo
sas formas, e furabo dae chelu
su sole e sos isteddos e formabo
unu mundu bellissimu pro tene,
pro poder dispensare cada bene,
unu mundu bellissimu pro tene,
pro poder dispensare cada bene.

No potho viver, no, che'n amargura,
luntanu dae tene, amadu coro.
A nudda vale sa bella natura
si no iste accurzu su meu tesoro,
pro mi dare cossolu, e recreu
coro, Diosa, amada prus 'e Deu.

E t'assicuro che a tie solu bramo,
ca t'amo forte t'amo, e t'amo e t'amo.
T'assicuro che a tie solu bramo,
ca t'amo forte t'amo, t'amo e t'amo...

TRADUCCIÓN (A partir de la traducción al italiano)

No puedo reposar amor y corazón/ pensando en ti cada momento./ No estés triste joya de oro/ ni disgustada ni pensativa./ Te aseguro que a ti sólo te deseo / que te amo tanto, te amo y te amo y te amo.
Si me fuera posible de ángel/ de espíritu invisible tomaría/ la forma y robaría del cielo/ el sol y las estrellas y formaría/ un mundo bellísimo para ti/ para poder dispensar todo el bien.
No puedo vivir,no, sino en la amargura/ lejos de ti, amado corazón./ Para nada sirve la bella naturaleza/ si no está cerca mi tesoro/ para darme consuelo y alegría/ corazón, diosa amada más que Dios (*) .
Y te aseguro que a ti sólo deseo/ que te amo tanto, te amo y te amo y te amo/. Te aseguro que a ti sólo deseo/ que te amo tanto, te amo y te amo y te amo...

(*) En su concierto elude cantar estos dos versos.