Sólo la música que me gusta, me llega, me parece necesaria. Toda esa música que, con frecuencia, los medios se empeñan en impedir que escuchemos, pese a que, con mucha frecuencia, es la más valiosa.

lunes, 31 de octubre de 2011

Moustaki escribe en su retiro




Como algunos ya sabrán Georges Moustaki ha dejado de cantar. Fue en el Palau de Barcelona - una ciudad que él ama especialmente - donde el 8 de enero de 2009 anunció su retirada a causa de una grave enfermedad bronquial que más tarde le pondría al borde de la muerte. Pero un creador genuino como él no abandona nunca. En su apartamento de la Isla de San Luis parisina dibuja, pinta y sobre todo escribe. Así ha visto la luz su libro 'La sagesse du faiseur de chansons', conjunto de recuerdos personales y reflexiones de quien tuvo una vida apasionante.

domingo, 30 de octubre de 2011

30 aniversario de Brassens: 'Les passantes'



Ayer se cumplieron 30 años de la muerte de Georges Brassens y yo lo olvidé, pese a que días atrás había tomado nota del aniversario. A instancias del actor Lino Ventura el cantautor interpreta ‘Les Passantes’, cuya letra pertenece a un poeta, Antoine Pol, cuya memoria sólo ha salvado del olvido esta canción. Maxime Le Forestier, presente en el mismo programa de TV y aventajado discípulo del maestro de Sète junto a Georges Moustaki, se suma en algunas estrofas. 
Traducción de la letra:
“Quiero dedicar este poema/ a todas las mujeres que uno ama/ durante algunos instantes secretos;/ a esas que apenas se conoce,/ que un destino diferente arrastra/ y que nunca se vuelven a hallar.
A esa que se ve aparecer/ un segundo en su ventana/ y que presto se desvanece/ pero cuya esbelta silueta/ es tan graciosa y frágil/ que a uno le deja alborozado.
A la compañera de viaje/ cuyos ojos, encantador paisaje,/ hacen parecer corto el camino;/ que uno es el único, quizás, en comprender/ y que se deja sin embargo bajar/ sin haber rozado su mano.
A la fina y flexible bailarina/ que te pareció triste y nerviosa/ una noche de carnaval;/ que quiso quedar desconocida/ y que nunca ha vuelto/ a girar en otro baile.
A esas que ya están tomadas/ y que viviendo horas grises/ junto a un ser demasiado diferente/ te han, inútil locura,/ dejado ver la melancolía/ de un porvenir desesperanzador.
Caras imágenes divisadas, / esperanzas de un día frustradas,/ estaréis mañana en el olvido./ A menos que la felicidad ocurra/ es raro que uno recuerde/ los episodios del camino.
Pero si se ha malgastado la vida/ se piensa con un poco de envidia/ en todos esos goces entrevistos, / en los besos que no se osó tomar,/ en los corazones que deben esperarnos,/ en los ojos que no se han vuelto a ver.
Entonces, en las noches de lasitud,/ totalmente poblada su soledad/ por los fantasmas del recuerdo,/ se lloran los labios ausentes/ de todas esas bellas fugaces/ que no se ha sabido retener.”
 

miércoles, 26 de octubre de 2011

Joan Baptista Humet: 'Hay que vivir'



Esta canción de Joan Baptista Humet, publicada en 1981, parece una profecía dedicada a los críticos tiempos que vivimos ahora. Humet, en gran medida injustamente olvidado, fue un cantautor con personalidad propia, que, como Serrat, hubo de soportar el estúpido rechazo y el injusto boicot catalanista por cantar en castellano. Abandonó la canción a mediados de los 80 para regresar en 2000. Cuatro años después, a los 54, murió a causa de un cáncer de estómago.

LA LETRA: "Habrá que hacernos a la idea/ que sube la marea/ y esto no da más de sí./ Habrá que darnos por vencidos/ y echarnos al camino/ que no hay nortes por aquí./ Al sueño americano,/ se le han ido las manos/ y ya no tiene nada que ofrecer,/ sólo esperar y ver si cede/ la gran bola de nieve/ que se levanta por doquier.

[Estribillo] ¡Hay que vivir!, amigo mío,/ antes que nada hay que vivir,/ y ya va haciendo frío./ hay que burlar ese futuro/ que empieza a hacerse muro en ti.

Habrá que componer de nuevo/ el pozo y el granero/ y aprender de nuevo a andar./ Hacer del sol nuestro aliado/ pintar el horno ajado/ y volver a respirar./ Quitarle centinelas,/ al parque y a la escuela,/ columpios y sonrisas volarán./ Sentirse libre y suficiente/ al cierzo y al relente,/ mientras se va dorando el pan.

[Estribillo]

Habrá que demoler barreras,/ crear nuevas maneras/ y alzar otra verdad./ Desempolvar viejas creencias/ que hablaban en esencia/ sobre la simplicidad./ Darles a nuestros hijos,/ el credo y el hechizo/ del alba y el rescoldo en el hogar./ Y si aún nos queda algo de tiempo,/ poner la cara al viento/ y aventurarnos a soñar.

[Estribillo y final

viernes, 21 de octubre de 2011

Imanol, contra la complicidad del miedo



El cantautor vasco Imanol (1947 - 2004) ejemplifica con su propia biografía el sufimiento de innumerables vascos amantes de su tierra y de su lengua que se sintieron pronto incompatibles, moral y políticamente, con ETA y su deriva de terrorismo enloquecido. Al contario que muchos, que callaron por miedo y por comodidad, Imanol dejó terminantemente claro su rechazo en 1985, tras el asesinato de 'Yoyes'. Boicoteado como artista y amenazado de muerte, en 1989 responde con el acto 'Todos contra el miedo', punto de inflexión que anuncia el fin del silencio general, pero que le obliga a él a abandonar el País Vasco.

sábado, 1 de octubre de 2011

Greg Brown, o la brillante supervivencia de la 'folk song'

La música folk se hallaba en plena progresiön de éxito cuando en 1965 su mayor promesa del momento, Bob Dylan, adoptó la guitarra eléctrica para actuar en el Festival de Newport. Los gritos de rechazo de sus seguidores y las reiteradas imprecaciones de 'traidor' no le inmutaron. Dylan quería ser una estrella internacional y había meditado detenidamente su paso al rock. Algo parecía haberse roto en aquel momento en la folk song, cuando el aventajado discípulo de Woody Guthrie, compañero de fatigas de Pete Seeger y Joan Baez, hacía un corte de mangas a su breve pasado de cantante de folk.

'Cept You and Me Babe


"La mitad de la gente que ves estos días está hablando por el móvi,/ alejándose en sus coches y chocando con las puertas./ La gente acostumbraba a pasar bastante tiempo sola, supongo que ya nadie está solo ahora./ Excepto tú y yo, niña. Excepto tú y yo".  

Pero la folk song asumió su pérdida de protagonismo y siguió adelante sin su estrella más prometedora. No prescribe fácilmente algo que está en el ADN de una nación hecha de muchas naciones y dispuesta a salvaguardar las viejas raíces, las músicas y cantos que oyeron desde su infancia, especialmente los que nacieron lejos de las grandes ciudades y de la atracción de ambas costas. Ese es el caso de Gregory Dane Brown (1949), Greg Brown para la música,  un cantautor de folk del medio oeste (Iowa) que se formó y creció en las populares 'hootenannies' (una especie de jam sessions de folk singers), y que ha puesto muy alto el listón con su composiciones, dotadas tanto de aliento poético como de ingenio y criticismo y que repasan a lo largo de una treintena de discos hasta la fecha todo un extenso abanico de sensaciones, sentimientos y experiencias.

Spring wind


"En un encantador río ensuciado/ lancé mi pequeña mosca./ Miré ese río y olí/ y sentí ganas de llorar./ Oh, limpiar nuestro sucio planeta es ahora un noble deseo/ y yo estoy arrimando el hombro a la rueda/ porque quiero pescar algún pez"

A los 18 años su pasión por la música le llevó primero a Nueva York, donde Dylan había iniciado su exitosa carrera, y más tarde a Portland, Los Angeles y Las Vegas, donde fue 'negro' de Buck Ram, mito de la música estadounidense para el que escribió canciones de modo anónimo. Ram era, entre otras cosas, el creador, productor y autor de canciones (o así se cree) de The Platters y su 'colaboración' con él no debió gustar mucho a Brown, que durante algunos años se echó a la carretera con una banda de músicos para abandonar a continuación la música y recuperarla sólo tras regresar a Iowa para componer canciones y actuar en pequeños locales de dentro y fuera del estado. 

Su maestría como autor de canciones ha sido alabada en muchas ocasiones por la crítica y por otros artistas, pero tal vez el mejor elogio es el que le han hecho quienes han escogido algunos de sus temas para su propio repertorio, como Willie Nelson, Carlos Santana, Ani DiFranco, Shawn Colvin, Mary Chapin Carpenter o Joan Baez, entre otros. Sus propias canciones brillan más en sus grabaciones de directo, donde el calor del público saca de Greg Brown lo mejor. Y ello a pesar de que posee su propio sello, Red House Records, que se vuelca fundamentalmente en promocionar a otras figuras emergentes del folk y que ya ha puesto en el mercado más de 200 grabaciones.

Cold & Dark & Wet



"Dime qué se supone que puede hacer un tío/ cuando un coche cuesta lo que antes una casa/ y una casa es una pila de tableros baratos, pintura y deuda./ Estoy en los límites de la ciudad y hace frío, oscuridad y humedad". 

Numerosas nominaciones y premios recuerdan periódicamente a los estadounidenses la talla considerable de este hombre que se reencontró como compositor e intérprete tras conocer y rechazar las 'delicias' del mercado y regresar a su tierra y a sus raíces. Lo que compone y canta suena a sinceridad y comunica emoción y cercanía a un público aún numeroso que se reconoce cultural y emocionalmente en sus historias. Eso es el éxito puro, el que no precisa de la mediación del marketing, ni de la elaboración de videos promocionales carísimos, ni de la 'payola' a las FMs o la 'mordida' a los críticos.

El cuadro no estaría completo sin aludir al lado filantrópico de Greg Brown, centrado de modo especial en causas sociales y medioabientales a las que cede su música para que recauden fondos.

Hillbilly girl


El reconocimiento a este personaje, permanentemente fiel a la folk music y autor de canciones que han renovado y reforzado el género, se ha materializado ya en dos discos de homenaje, tradicional modo en el que los profesionales declaran consagrado e insoslayable a un artista, que, en este caso, lleva 44 años dedicado a la música.