Sólo la música que me gusta, me llega, me parece necesaria. Toda esa música que, con frecuencia, los medios se empeñan en impedir que escuchemos, pese a que, con mucha frecuencia, es la más valiosa.

domingo, 31 de mayo de 2009

Henri Tachan: El fin de una estirpe


La table habituelle


Henri Tachan (originalmente Tachdjian) es un cantautor francés de origen armenio -como Aznavour- prácticamente desconocido en España. Sólo en Cataluña es posible que alguien se acuerde de él, dado que grabó un EP en catalán en los años 60. En Francia, donde gozó de no poca popularidad pese al boicot de los medios audiovisuales, ocupa actualmente un lugar de honor en la larga lista de los olvidados. A punto de cumplir 70 años, ya retirado (o eso dice), a Tachan no le importa la preterición. Admite que ha hecho méritos sobrados para ser ignorado por los 'media' y no lamenta ni se arrepiente de la visceralidad desgarrada de sus canciones, que le llevó a ser censurado en radio y televisión..

Es y se considera heredero del triunvirato de oro (Brel, Brassens y Ferré) de la canción de autor francesa, a los que superó ampliamente en las cantidades de vitriolo y escatología que era capaz de verter en sus canciones. Jacques Brel, que le halló en Quebec y le animó a volver a Francia para iniciar su carrera, había dicho sobre él: "El león está suelto. ¡Escuchadle rugir!". Pero lo cierto es que no todo han sido rugidos ni improperios en quien escupió a la burguesía, se limpió con las banderas y maldijo a la televisión. También era capaz de escribir tiernas canciones de amor y dar muestras diversas y geniales de una sensibilidad privilegiada respecto a otros temas. Asimismo ha sido capaz de reirse reiteradamente de sí mismo, cosa bastante infrecuente en el mundo de los cantautores.

Les hommes


Para mi ha sido un descubrimiento tan reciente como deslumbrante, gracias a la autora del vídeo de 'Les hommes', y conocer sus canciones y su personalidad ha equivalido a encontrar el eslabón perdido entre Brel, el más joven del triunvirato, y la nada, porque lo que siguió a los tres grandes fue un cambio más radical de lo que aparenta, ajeno ya a la esencia de la canción francesa nacida en la tradición del music-hall, mecida por la poesía -de François Villon a Louis Aragon, pasando por Rimbaud y Baudelaire-, y que respiró una bohemía solidaria que encontraría su confuso y frustrante momento de gloria en el mayo 68. Moustaki, Le Forestier o Cabrel son ya, en relación inversa a su edad, otra cosa, cada vez más alejada de la edad de oro de la canción de autor.

Tachan era la secuela lógica de quienes habían copado el estrellato de la canción francesa de autor antes de que él pensase siquiera en cantar, pero la acogida no fue tan entusiasta como cabría imaginar, no sólo porque Tachan era menos sociable y 'formal' que sus predecesores, sino también porque, a raiz del 68, Francia inicia una deriva de derechización que rechaza casi instintivamente todo lo que cuestione los fundamentos de la democracia burguesa. La consecuencia política última es la práctica extinción del PCF y de todos los grupúsculos de izquierda (con la vistosa excepción de los trotskistas) a beneficio del PSF. No por casualidad Tachan subraya que tuvo que llegar Mitterrand para que él y sus canciones conocieran al extremo los rigores de la censura.

Como tantas veces digo, este post no pretende ser otra cosa que una invitación a conocer a alguien que merece la pena. Son pocos y no muy buenos los videos disponibles, pero están los discos. Se puede escuchar integramente su producción más reciente ('La Pluie et le beau temps') y una recopilaciön significativa de sus letras puede leerse aquï y aquí.
(http://fr.lyrics-copy.com/henri-tachan.htm)

Telle est la télé


Traducción de 'Telle est la télè':

La invención de un pequeño diablo/ humano luego temible./ La gran zarza ardiente/ de un diosecillo decadente,
Un cable y luego las cadenas/ que te traban y te encadenan/ Un gurú una hipnosis/ y unos elefantes rosas (*)
[Estribillo Así es, así es/ así es la tele (repetido)
Animadores queridos/ que se invitan a todas horas/ al banquete de las cabezas gordas/ porque son ellos las vedettes.
El gran confesionario/ donde Omo lava más sucio/ y pseudo-psiquiatras/ que te duermen y te castran.
[Estribillo]
Algunos vendedores-milagro/ que emiten el oráculo/ de la Santa Meteorología/ y que se creen el Zorro.
Y muertos a montones/ cadáveres en retahila/ en el telediario de las ocho/ Hace falta que se viole, hace falta que se muera...
[Estribillo]
Una droga mucho más dura/ de lo que era el coche/ un pico intenso/ de alta adicción.
La absenta en venta libre/ culos, coños, pollas/ la orgía virtual, la muerte de Papá Noel.
[Estribillo]
El lado cocina en los "pubs"/ el tocador azul de las putas/ la antecámara del viento/ la sala de estar de la nada.
El palacio en que pululan/ los príncipes que nos enculan/ y también los cagaderos/ de la democracia.
[Estribillo]


* Se dice que ver elefantes rosas es la consecuencia de una gran borrachera.

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