Sólo la música que me gusta, me llega, me parece necesaria. Toda esa música que, con frecuencia, los medios se empeñan en impedir que escuchemos, pese a que, con mucha frecuencia, es la más valiosa.

sábado, 23 de febrero de 2008

Sara Tavares, la larga búsqueda de la propia voz



En la biografía de Sara Tavares (1978) la desgracia y la fortuna parecen asociadas de un modo tan fatal como paradójico. Nació en Portugal, hija de padres lusocaboverdianos, y era una niña cuando su progenitor abandonó a la familia para irse a Estados Unidos. Su madre, a continuación, la dejó al cuidado de una mujer portuguesa para viajar al sur del país con sus hijos pequeños. Esa sucesión de hechos desgraciados fue, sin embargo, positiva. Al menos ella lo ve así, en la medida en que recibió una educación y disfrutó de una estabilidad e integración de la que su familia carecía.

Con quince años ganó el concurso televisivo ‘Chuva de Estrelas’: con 16 venció la competición de la TV portuguesa para representar a Portugal en el Festival de Eurovisión de 1994, lo que hizo con la canción ‘Chamar a musica’. Un éxito tan precoz -y volvemos a lo paradójico- es generalmente positivo para quien esté dispuesto a asumir las exigencias de las discográficas, que si casi siempre rozan el abuso en el caso de una menor se convierten fácilmente en una dictadura anuladora de la personalidad.

Sara ha logrado salir indemne de los riesgos, pero sólo lo ha conseguido tras un prolongado silencio y una búsqueda exigente de su propia voz y de su personal mundo musical. Su disco de 1999 ‘Mi ma bô’, coproducido con el congoleño afincado en París Lokua Kanza, comienza a apuntar en la dirección correcta, aunque mantiene cierto grado de compromiso con el estilo ‘pop’, intentando probablemente alcanzar un éxito de ventas que sólo logra en Portugal.

Han de pasar aún siete años para que en su disco ‘Balancé’ Sara Tavares encuentre el vehículo de expresión de su voz, su talento y su inspiración. Ahí está ya una cantante y compositora madura, que no sólo funde las influencias africanas de la música del Cabo Verde de sus padres, cuyo máximo exponente es Cesaria Evora, con las portuguesas y europeas, sino que pone en evidencia las consecuencias del ya remoto maridaje euroafricano que tiene en Brasil una auténtica factoría de talento y fuerza y en el Caribe, un potente crisol de creatividad.

Ha sido un largo viaje de vuelta a las raices, pero el periplo ha valido la pena. La joven africana, educada sin otras referencias que las portuguesas, ha hallado finalmente el camino para sacar fuera de sí todo el talento natural que tiene como cantante y compositora. Esperemos que un próximo disco confirme esa realidad. Como ella gusta de decir, “un cocodrilo que se duerme acabará siendo un bolso a la venta en alguna tienda”. ¡Balancé!

Bom feeling

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, soy Jorge de Argentina. Sara tiene una voz maravillosa, es una de las voces que mas me ha impactado desde Joss Stone y Marisa Monte. Gracias por las referencias bibliograficas, son excelentes, espero poder disfrutar de toda la obra Sara, que es virtualmente de conseguir en las disquerías del interior de la Argentina. Saludos y gracias por compartir.