domingo, 11 de octubre de 2009
En la muerte de Arturo 'Zambo' Cavero
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Etiquetas: Cavero, Chabuca, Granda, Lucha, música criolla, Perú, Reyes, Susana Baca, Zambo
domingo, 4 de octubre de 2009
Mercedes Sosa nos deja su voz
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Etiquetas: Argentina, Mercedes Sosa, muerte
miércoles, 8 de julio de 2009
Boris Vian, el artista integral
Francia rinde homenaje en estos días a uno de sus artistas más proteicos, prolíficos y controvertidos: Boris Vian (1920-1959), escritor, poeta, letrista, guionista, autor teatral, poeta, músico, cantante... La suya es una biografía tan breve como intensa. Víctima de unas fiebres reumáticas en su infancia, seguidas de fiebre tifoidea, Vian arrastró durante toda su vida la secuela de una insuficiencia aórtica que terminó con su muerte a los 39 años, sin haber podido mostrar todo cuanto podía ofrecer, pese a haberlo intentado febrilmente.
Sin duda fue la obsesión lacerante por la fugacidad de la vida que la enfermedad le indujo lo que le llevó a producir de modo constante e intenso en tantas y tan diversas actividades, regidas por el común denominador de la creatividad. Cuatrocientas canciones, once novelas y cuatro libros de poemas (por aludir sólo una parte) serían producción más que suficiente para una vida mucho más larga. Para Vian crear compulsivamente fue la forma más eficaz de escapar a la melancolía que le persiguió toda sin tregua.
La muerte le alcanzó el 23 de junio de 1959, cuando asistía de incógnito al estreno de un film basado en su novela “J’irai cracher sur vos tombes” (“Iré a escupir sobre vuestras tumbas”), firmada inicialmente bajo el seudónimo “Vernon Sullivan”, supuesto autor estadounidense que él se habría limitado a traducir. Se dice que la tensión que afrontó ese día le hizo olvidar tomar sus pastillas. La obra, que fue su mayor éxito de ventas (medio millón de ejemplares), le había costado todo tipo de disgustos hasta el último día de su vida.
Tras su aparición en 1946 había sido denunciada y prohibida por atentado a la moral y las buenas costumbres, con el agravante de que un ejemplar fue hallado en el escenario de un crimen pasional. Vian hubo de admitir su autoría y el descubrimiento de su 'doble vida' no gustó en el mundo editorial y crítico, que le condenaron al ostracismo e ignoraron con especial insistencia en lo sucesivo las obras firmadas con su nombre real, que eran a su juicio las mejores. La adaptación al cine, en la que participó inicialmente, le enfrentó al director y a la producción, pero cuando rompió con el proyecto no pudo impedir que éste siguiera adelante.
La java des bombes atomiques
En ese terreno, como en todos los que practicó, estaba lejos de cualquier pretenciosidad. Quería divertir y divertirse, a veces de modo aparentemente artificioso y frívolo y siempre con el ánimo de poner el dedo en la llaga y nombrar lo que habitualmente se eludía. Así fue en todo lo que hizo. Exploró fronteras expresivas, morales y políticas y empujó los límites más allá, del mismo modo que lo hicieron la música de jazz o el surrealismo, que fueron sus fuentes de inspiración.
Tout a été dit cent fois
Et beaucoup mieux que par moi
Aussi quand j'écris ces vers
C'est que ça m'amuse
C'est que ça m'amuse
C'est que ça m'amuse et je vous chie au nez.
Traducción : «Todo ha sido dicho cien veces/ y mucho mejor que por mi/ también cuando escribo estos versos/ es porque eso me divierte/ es porque eso me divierte/ es porque eso me divierte y os cago en la nariz". (2)
No fue un gran compositor, no fue un gran cantante, no fue un gran escritor ni un gran poeta. Fue algo mucho más importante: fue Boris Vian, un explorador revolucionario y vanguardista que, en su paso fugaz por la vida, logró abrir una brecha en el muro y se quedó a vivir para siempre en la memoria. Ciertamente, estuvo a punto de perderse en el olvido, pero apenas nueve años después de su muerte la explosión juvenil de Mayo del 68 le rescató como un precursor de la contestación y el desenfado que fueron el sello de aquellos días que amargaron la vida del hasta entonces incontestable Charles De Gaulle.
Ahora, en el homenaje del cincuentenario, proliferan las iniciativas de recuperación; algunas sinceras y honestas, otras claramente oportunistas y mercantilistas. Son las consecuencias que tiene pasar de apocalíptico a integrado. Un doble CD ("A Boris Vian - On n'est pas là pour se faire engueuler") en el que cantantes franceses conocidos o emergentes interpretan sus canciones probablemente habría mandado a la tumba –si aún viviera- al Vian sensible y exigente que murió en el estreno de una traición cinematográfica a su obra literaria. ¡Qué lejos queda la excelencia interpretativa de Serge Reggiani!
Sic transit…
(1) Letra de 'Le deserteur'
Monsieur le Président
Je vous fais une lettre
Que vous lirez peut-être
Si vous avez le temps
Je viens de recevoir
Mes papiers militaires
Pour partir à la guerre
Avant mercredi soir
Monsieur le Président
Je ne veux pas la faire
Je ne suis pas sur terre
Pour tuer des pauvres gens
C'est pas pour vous fâcher
Il faut que je vous dise
Ma décision est prise
Je m'en vais déserter
Depuis que je suis né
J'ai vu mourir mon père
J'ai vu partir mes frères
Et pleurer mes enfants
Ma mère a tant souffert
Qu'elle est dedans sa tombe
Et se moque des bombes
Et se moque des vers
Quand j'étais prisonnier
On m'a volé ma femme
On m'a volé mon âme
Et tout mon cher passé
Demain de bon matin
Je fermerai ma porte
Au nez des années mortes
J'irai sur les chemins
Je mendierai ma vie
Sur les routes de France
De Bretagne en Provence
Et je dirai aux gens:
Refusez d'obéir
Refusez de la faire
N'allez pas à la guerre
Refusez de partir
S'il faut donner son sang
Allez donner le vôtre
Vous êtes bon apôtre
Monsieur le Président
Si vous me poursuivez
Prévenez vos gendarmes
Que je n'aurai pas d'armes
Et qu'ils pourront tirer (3).
Traducción: Señor presidente/ yo le escribo una carta/ que usted leerá tal vez/ si tiene tiempo usted./ Acabo de recibir/ mis papeles militares/ para marchar a la guerra/ antes de la noche del miércoles./ Señor presidente/ no quiero hacer la guerra/ yo no estoy en la Tierra/ para matar a pobre gente./ No es por enfadarle/ mas tengo que decirle/ mi dedcisión está tomada/ yo voy a desertar.
Des Desde que he nacido/ he visto morir a mi padre/ he visto partir a mis hermanos/ y llorar a mis hijos./ Mi madre ha sufrido tanto/ que está dentro de su tumba/ y se burla de las bombas/ y se burla de los gusanos./ Cuando estuve prisionero/ me robaron a mi mujer/ me robaron mi alma/ y todo mi queido pasado./ Mañana a primera hora/ yo cerraré mi puerta/ en las narices de los años muertos./ Marcharé por los caminos.
(2) Fragmento de “Je ne voudrais pas mourir”
(3) La primera versión, nunca grabada, sustituía los dos últimos versos por "que j'emporte des armes/ et que je sais tirer." Pese a tan significativa 'mutilación la canción fue prohibida y Vian apostrofado con epítetos contundentes. En 1954, fecha de su publicación, Francia perdía la guerra de Indochina e iniciaba la de Argelia, que también perdería.
Algunas iniciativas:
Libro "Boris Vian, le swing et le verbe ", de Nicole Bertold et François Roulman, Ed.. Textuel..
Disco " Boris Vian - 100 chansons ", 4 CD Jacques Canetti-Fnac.
Concierto homenaje à Boris Vian, el 11 de Julio en las Francofolies de La Rochelle.
Film "Boris Vian, la vie jazz", de Philippe Kohly, 1 DVD. Arte.
Publicado por José Ramón San Juan en 19:48 2 comentarios
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domingo, 31 de mayo de 2009
Henri Tachan: El fin de una estirpe
La table habituelle
Henri Tachan (originalmente Tachdjian) es un cantautor francés de origen armenio -como Aznavour- prácticamente desconocido en España. Sólo en Cataluña es posible que alguien se acuerde de él, dado que grabó un EP en catalán en los años 60. En Francia, donde gozó de no poca popularidad pese al boicot de los medios audiovisuales, ocupa actualmente un lugar de honor en la larga lista de los olvidados. A punto de cumplir 70 años, ya retirado (o eso dice), a Tachan no le importa la preterición. Admite que ha hecho méritos sobrados para ser ignorado por los 'media' y no lamenta ni se arrepiente de la visceralidad desgarrada de sus canciones, que le llevó a ser censurado en radio y televisión..
Es y se considera heredero del triunvirato de oro (Brel, Brassens y Ferré) de la canción de autor francesa, a los que superó ampliamente en las cantidades de vitriolo y escatología que era capaz de verter en sus canciones. Jacques Brel, que le halló en Quebec y le animó a volver a Francia para iniciar su carrera, había dicho sobre él: "El león está suelto. ¡Escuchadle rugir!". Pero lo cierto es que no todo han sido rugidos ni improperios en quien escupió a la burguesía, se limpió con las banderas y maldijo a la televisión. También era capaz de escribir tiernas canciones de amor y dar muestras diversas y geniales de una sensibilidad privilegiada respecto a otros temas. Asimismo ha sido capaz de reirse reiteradamente de sí mismo, cosa bastante infrecuente en el mundo de los cantautores.
Les hommes
Para mi ha sido un descubrimiento tan reciente como deslumbrante, gracias a la autora del vídeo de 'Les hommes', y conocer sus canciones y su personalidad ha equivalido a encontrar el eslabón perdido entre Brel, el más joven del triunvirato, y la nada, porque lo que siguió a los tres grandes fue un cambio más radical de lo que aparenta, ajeno ya a la esencia de la canción francesa nacida en la tradición del music-hall, mecida por la poesía -de François Villon a Louis Aragon, pasando por Rimbaud y Baudelaire-, y que respiró una bohemía solidaria que encontraría su confuso y frustrante momento de gloria en el mayo 68. Moustaki, Le Forestier o Cabrel son ya, en relación inversa a su edad, otra cosa, cada vez más alejada de la edad de oro de la canción de autor.
Tachan era la secuela lógica de quienes habían copado el estrellato de la canción francesa de autor antes de que él pensase siquiera en cantar, pero la acogida no fue tan entusiasta como cabría imaginar, no sólo porque Tachan era menos sociable y 'formal' que sus predecesores, sino también porque, a raiz del 68, Francia inicia una deriva de derechización que rechaza casi instintivamente todo lo que cuestione los fundamentos de la democracia burguesa. La consecuencia política última es la práctica extinción del PCF y de todos los grupúsculos de izquierda (con la vistosa excepción de los trotskistas) a beneficio del PSF. No por casualidad Tachan subraya que tuvo que llegar Mitterrand para que él y sus canciones conocieran al extremo los rigores de la censura.
Como tantas veces digo, este post no pretende ser otra cosa que una invitación a conocer a alguien que merece la pena. Son pocos y no muy buenos los videos disponibles, pero están los discos. Se puede escuchar integramente su producción más reciente ('La Pluie et le beau temps') y una recopilaciön significativa de sus letras puede leerse aquï y aquí.
(http://fr.lyrics-copy.com/henri-tachan.htm)
Telle est la télé
Traducción de 'Telle est la télè':
La invención de un pequeño diablo/ humano luego temible./ La gran zarza ardiente/ de un diosecillo decadente,
Un cable y luego las cadenas/ que te traban y te encadenan/ Un gurú una hipnosis/ y unos elefantes rosas (*)
[Estribillo Así es, así es/ así es la tele (repetido)
Animadores queridos/ que se invitan a todas horas/ al banquete de las cabezas gordas/ porque son ellos las vedettes.
El gran confesionario/ donde Omo lava más sucio/ y pseudo-psiquiatras/ que te duermen y te castran.
[Estribillo]
Algunos vendedores-milagro/ que emiten el oráculo/ de la Santa Meteorología/ y que se creen el Zorro.
Y muertos a montones/ cadáveres en retahila/ en el telediario de las ocho/ Hace falta que se viole, hace falta que se muera...
[Estribillo]
Una droga mucho más dura/ de lo que era el coche/ un pico intenso/ de alta adicción.
La absenta en venta libre/ culos, coños, pollas/ la orgía virtual, la muerte de Papá Noel.
[Estribillo]
El lado cocina en los "pubs"/ el tocador azul de las putas/ la antecámara del viento/ la sala de estar de la nada.
El palacio en que pululan/ los príncipes que nos enculan/ y también los cagaderos/ de la democracia.
[Estribillo]
* Se dice que ver elefantes rosas es la consecuencia de una gran borrachera.
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lunes, 18 de mayo de 2009
Mario Benedetti: Mucho más que uno
A Javier Ortiz, in memoriam (*)
Cada día se hace más difícil escribir desde la ineludible melancolía que produce constatar que, poco a poco pero implacablemente, van desapareciendo valiosos referentes individuales de dignidad y coherencia que han aportado a nuestras vidas una tenue luz de esperanza y -frente a tanto fracaso y tanta traición- un bálsamo contra la soledad y la frustración.
Por eso, más que escribir sobre Mario Benedetti, fallecido ayer, a los 88 años, en Montevideo, quiero que sean sus versos los que hoy nos hablen desde su alegría de vivir, enarbolada frente al balance apabullante del dolor, y su nunca desmentida esperanza antropológica, afirmada a despecho de las fatales evidencias de nuestro tiempo.
DEFENSA DE LA ALEGRÍA
Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos
defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias
defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres
defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría.
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POR QUÉ CANTAMOS
Si cada hora viene con su muerte
si el tiempo es una cueva de ladrones
los aires ya no son los buenos aires
la vida nada mas que un blanco móvil
usted preguntará por qué cantamos
Si los nuestros quedaron sin abrazo
la patria casi muerta de tristeza
y el corazón del hombre se hizo añicos
antes de que explotara la vergüenza
usted preguntará por qué cantamos
Cantamos porque el río esta sonando
y cuando el río suena, suena el río
cantamos porque el cruel no tiene nombre
y en cambio tiene nombre su destino
cantamos porque el niño y porque todo
y porque algún futuro y porque el pueblo
cantamos porque los sobrevivientes
y nuestros muertos quieren que cantemos
Si fuimos lejos como un horizonte
si aquí quedaron arboles y cielo
si cada noche siempre era una ausencia
y cada despertar un desencuentro
usted preguntará por qué cantamos
Cantamos porque llueve sobre el surco
y somos militantes de la vida
y porque no podemos ni queremos
dejar que la canción se haga ceniza
cantamos porque el grito no es bastante
y no es bastante el llanto ni la bronca
cantamos porque creemos en la gente
y porque venceremos la derrota
Cantamos porque el sol nos reconoce
y porque el campo huele a primavera
y porque en este tallo, en aquel fruto,
cada pregunta tiene su respuesta.
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CREDO
De pronto uno se aleja
de las imágenes queridas
amiga
quedás frágil en el horizonte
te he dejado pensando en muchas cosas
pero ojalá pienses un poco en mí
vos sabés
en esta excursión a la muerte
que es la vida
me siento bien acompañado
me siento casi con respuestas
cuando puedo imaginar que allá lejos
quizá creas en mi credo antes de dormirte
o te cruces conmigo en los pasillos del sueño
está demás decirte que a esta altura
no creo en predicadores ni en generales
ni en las nalgas de miss universo
ni en el arrepentimiento de los verdugos
ni en el catecismo del confort
ni en el flaco perdón de dios
a esta altura del partido
creo en los ojos y las manos del pueblo
en general
y en tus ojos y tus manos
en particular.
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NO TE SALVES
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora,
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.
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TE QUIERO
Tus manos son mi caricia,
mis acordes cotidianos;
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia.
Si te quiero es porque sos
mi amor, mi cómplice, y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
Tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada;
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro.
Tu boca que es tuya y mía,
Tu boca no se equivoca;
te quiero por que tu boca
sabe gritar rebeldía.
Si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
Y por tu rostro sincero.
Y tu paso vagabundo.
Y tu llanto por el mundo.
Porque sos pueblo te quiero.
Y porque amor no es aurora,
ni cándida moraleja,
y porque somos pareja
que sabe que no está sola.
Te quiero en mi paraíso;
es decir, que en mi país
la gente vive feliz
aunque no tenga permiso.
Si te quiero es por que sos
mi amor, mi cómplice y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
DESAPARECIDOS Mario Benedetti - Daniel Viglietti
(*) La muerte del periodista y amigo Javier Ortiz el pasado 28 de abril me sorprendió metido en la batalla final de una larga guerra cuyos sórdidos detalles no hacen al caso (tal vez los dé algún día, cuando toque hablar del periodismo y sus miserias). Como consecuencia, no tuve ni el tiempo ni el estado de ánimo adecuado para escribir sobre él. Javier fue uno de los referentes a los que aludo en el primer párrafo y dedicarle este post es un tributo muy insuficiente, que será preciso ampliar. Por alguna razón, más bien obvia, la muerte de Benedetti y la suya se han asociado en mi mente. Ambos fueron resistentes insobornables, defensores de las libertades y del progreso moral y material de la Humanidad. Ambos afrontaron la acusación de parcialidad, formulada desvergonzadamente por los falsos 'neutrales' y 'objetivos', y ambos han dejado un rastro de luz en todo lo escrito que constituye una invitación implícita a no ser cómplices mudos de las fuentes del horror.
Publicado por José Ramón San Juan en 17:46 1 comentarios
Etiquetas: Daniel Viglietti, libertad, Mario Benedetti, muerte, Uruguay
domingo, 25 de enero de 2009
Esperanza Spalding, esperanza de la música
I know you know
Esperanza Spalding es muy joven (23 años), muy guapa, alegre y virtuosa (entiéndase en el sentido musial de la expresión, que otras virtudes no hacen al caso). A los 20 ya era profesora de contrabajo en el mítico Berklee College (Boston), donde estudió pese a su resistencia innata a las regulaciones y exigencias académicas (hizo casi todos sus estudios elementales en su propia casa).
Bendecida con un talento extraordinario para la música y una extremada brillantez para tocar el contrabajo, que resulta obvia incluso para el profano, fue sin duda la vocación de aprender y mejorar en un contexto abierto y muy estimulante lo que le mantuvo en Berklee. Nacida en Nyeva York en una familia monoparental, sabe que siempre puede contar con la aprobación de una madre libertaria y de fuerte personalidad, de la que seguramente procede su notable confianza en sí misma y su invariable determinación de ser ella misma digan lo que digan.
She got to you
Y el caso es que dicen y dicen mucho. Mucho bueno y algo menos bueno. Su eclecticismo e independencia de estilo molesta a los restos de una cohorte superviviente de estreñidos críticos de jazz, que, resignados a admitir su incuestionable virtuosismo, le regatean la nota de sobresaliente y la juzgan con severidad por su 'inmotivada' seguridad en si misma y su 'aventurerismo' en la elección de repertorio.
"Ladran, luego cabalgamos", parece responder Esperanza, que se siente más que recompensada con el invariable aplauso del público en todas sus actuaciones. Sabe que debe afrontar las reticencias academicistas en su triple condición de compositora, contrabajista y cantante. Asume que siempre tendrá críticos en algún aspecto concreto de su triple vertiente artística y sigue adelante, impulsada por un motor interior que es pura síntesis de talento, energía y decisión.
Ponta de areia (de Milton Nascimento)
Ciertamente, se puede coincidir con algunas críticas sobre la colisión que en ocasiones sucede cuando canta mientras toca una extraordinaria sucesión de notas al contrabajo. Tal vez eso perjudica en cierta medida la interpretación cantada, pero esa no sólo es su faceta más espectacular y deslumbrante para la audiencia sino que también el canto puede ser mejorado a través del ensayo y la actuación. Esperanza Spalding está todavía aprendiendo -abierta a la música y receptiva al talento ajeno- y es de esperar que no deje de hacerlo nunca.
Los grandes músicos, como la buena madera, mejoran con los años. Eso sí, a condición de que se hagan resistentes a la polilla de la comercialidad fácil e invulnerables al cuestionamiento de quienes viven en el pasado y se pierden cuando vuelven la vista hacia el presente.
Volveremos a hablar de Esperanza, seguro. Precisamente porque ella es una esperanza de la música, un pequeño genio que va a su aire sin intentar volar tan alto como para perder de vista el suelo.
Cantora de Yala (Zamba argentina)
Santa Leoncia de Farfán,
de la Quebrada de Reyes,
baja a las carpas de Yala
con setenta años que tiene.
La harina del Carnaval
le pensamienta las sienes
cuando sobre el mujerío
su canto finito crece.
(Estribillo)
Alegre como pocas
doña Santa se amanece,
el manantial de sus coplas va
por senderos viejos,
el manantial de sus coplas va
despenando su soledad.
No hay una pena de amor
que por su boca no queme
ni hay en la carpa baguala
que por ella no se queje.
La chicha al amanecer
en los ojos se le duerme
hasta que un golpe de caja
cantando la reverdece.
Publicado por José Ramón San Juan en 18:28 0 comentarios