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Sólo la música que me gusta, me llega, me parece necesaria. Toda esa música que, con frecuencia, los medios se empeñan en impedir que escuchemos, pese a que, con mucha frecuencia, es la más valiosa.
Para amarrárselo al dedo. Esto es lo que dice el estribillo:
"Si uno de nosotros está encadenado
ninguno de nosotros es libre".
Solomon Burke, fallecido en 2010, fue uno de los iniciadores y uno de
los pilares más sólidos del soul, al que llegó desde el gospel, como
tantos otros. Inconcebiblemente, tanto en vida como tras su muerte, esta
gran figura de la música negra ha sido preterida y en cierta medida
incluso ignorada. Una injusticia.
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